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Presentada la hoja de ruta para la descarbonización de la calefacción en España
La Plataforma por la Descarbonización de la Calefacción y el Agua Caliente ha elaborado un informe para guiar la transición del sector de calefacción residencial en España hacia un futuro sostenible. El documento, titulado ‘Hoja de Ruta de la Calefacción Renovable’, establece que alcanzar el 100% de energías renovables en equipos de calefacción para 2030 es crucial para que el sector cumpla con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5°C, conforme al Acuerdo de París.
La ‘Hoja de Ruta’ analiza cuatro posibles trayectorias de descarbonización para el sector de la calefacción y el agua caliente residenciales en España, proyectando diferentes tramos hasta 2050.
La descarbonización del parque residencial en España es viable y compatible con los objetivos climáticos, mejorando simultáneamente el confort y la calidad de vida de los hogares. Sin embargo, lograr estos objetivos depende del compromiso inmediato y acelerado hasta 2030. Esta es una de las principales conclusiones del informe, que proporciona soluciones concretas y recomendaciones para que las instituciones puedan acelerar la transición hacia sistemas de climatización no basados en combustibles fósiles.
La ‘Hoja de Ruta’ analiza cuatro posibles trayectorias de descarbonización para el sector de la calefacción y el agua caliente residenciales en España, proyectando diferentes tramos hasta 2050. Entre estos escenarios, el más ambicioso y necesario es el denominado ‘Emisiones Netas Cero’, que está alineado con el ‘Escenario de cero emisiones netas para 2050’ de la Agencia Internacional de la Energía. Este escenario es coherente con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5°C.
Según los cálculos del escenario ‘Emisiones Netas Cero’, desde 2030 se alcanzaría el 100% de energías renovables en los equipos de calefacción. Para 2050, el “mix térmico” estaría compuesto por un 53% de bombas de calor eléctricas de alta eficiencia, un 32% de sistemas de biomasa y otros combustibles renovables, y un 15% de sistemas de energía solar térmica y otras energías renovables térmicas. Esto representa un cambio significativo respecto a la situación actual, donde casi el 70% de las viviendas principales en España se calientan con sistemas basados en combustibles fósiles: 42% con gas fósil, 20% con gasóleo y 6% con gas licuado del petróleo (GLP).
Medidas clave para la transición hacia una calefacción eficiente y renovable
Para lograr una calefacción eficiente y renovable, el informe sugiere varias medidas clave. Primero, se deben sustituir gradualmente todos los sistemas de calefacción y agua caliente sanitaria (ACS) que utilizan combustibles fósiles por sistemas basados en fuentes de energías limpias para 2030. Además, es crucial incrementar las viviendas rehabilitadas para 2050, superando los valores de la Estrategia a Largo Plazo para la Rehabilitación Energética en el Sector de la Edificación en España (ERESEE). Esto incluye poner en uso como viviendas principales 1,9 millones de viviendas actualmente vacías o de uso secundario, reduciendo así la demanda de nueva construcción y las emisiones de carbono embebido.
Todas las viviendas de nueva construcción deberían construirse bajo la categoría A del Certificado de Eficiencia Energética de Edificios. Además, es necesario mejorar significativamente la eficiencia energética del parque inmobiliario mediante actuaciones en la envolvente y rehabilitaciones en los sectores más vulnerables, tanto económica como climáticamente. Esto reducirá la necesidad de energía y mejorará las condiciones de confort térmico.
Apoyo institucional y financiero
El informe también subraya la importancia de ampliar la ambición del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, logrando al menos un 85% de mix eléctrico de origen renovable para 2030. Sustituir los equipos de calefacción y ACS que funcionan con combustibles fósiles por otros renovables y ultraeficientes, como las bombas de calor, es esencial. En zonas rurales con alta producción de biomasa, este sistema puede ser una opción controlada. Sin embargo, el uso de hidrógeno verde para calefacción y ACS no es viable.
Es crucial proporcionar apoyo institucional al desarrollo de redes de distrito, que ofrecen climatización y agua caliente sanitaria a edificios de una zona. Actualmente, solo un 0,15% de la demanda final de calefacción en España es satisfecha con redes de distrito, muy por debajo del promedio europeo del 10%.
Además, se deben ampliar los programas de ayuda para la rehabilitación energética de viviendas y el despliegue de tecnologías renovables térmicas. Esto incluye facilitar los trámites burocráticos y garantizar la financiación necesaria para las personas en situación vulnerable, permitiendo anticipos de subvenciones cuando sea necesario.
Formación y Sensibilización
La formación de profesionales cualificados es esencial para gestionar la transición. Las administraciones públicas deben reforzar sus plantillas para gestionar adecuadamente las licitaciones y fondos destinados a la transición. Invertir en campañas de información pública también es crucial para promover las oportunidades de la calefacción renovable y desincentivar la compra de calderas de combustibles fósiles. En este sentido Marta San Román, directora de AFEC, resaltó la importancia de un marco de actuación claro para impulsar la calefacción renovable y crear nuevos empleos.
Impacto y necesidad de la Hoja de Ruta
Los edificios son responsables del 30,1% del consumo de energía final y el 25% de las emisiones de carbono en España. Contar con hogares más eficientes energéticamente no solo reduciría las facturas familiares, sino que también mejoraría la salud y calidad de vida. La calefacción y el ACS son los usos energéticos más difíciles de descarbonizar, ya que actualmente dependen en gran medida de combustibles fósiles.
La Directiva europea de Eficiencia Energética en Edificios (EPBD) establece que todo el parque construido deberá ser de cero emisiones para 2050, eliminando las ayudas a calderas individuales de combustibles fósiles a partir de 2025 y sustituyéndolas por completo para 2040.